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Mostrando entradas de marzo, 2015

Elementos (fuego, aire, agua y tierra) versus conflictos y proyectos

El psicólogo Ralph Metzner hizo un estudio de la relación entre elementos (tipos de personalidad) y conflictos. Según sus conclusiones cada elemento metaboliza a su manera los conflictos y los obstáculos.  Los signos de fuego (Aries, Leo y Sagitario) se crecen y ganan poder ante los obstáculos, los derriban a la fuerza, los queman o los ahuyentan; el tacto y la diplomacia no son virtudes de este elemento. Los signos de aire (Libra, Acuario y Géminis)  tienden a “elevarse por encima del conflicto y a flotar alrededor de él.  Los signos de agua (Cáncer, Escorpio y Piscis)  detestan todo tipo de conflicto, excepto los del signo escorpio, los cuales se motivan ante problemas y retos, así pueden medir su fuerza, su resistencia y sus recursos. Sin embargo los escorpiones guardan silencio para evitar causar más conflicto”. Los signos de tierra (Capricornio, Tauro y Virgo)  desdeñan el conflicto. Prefieren absorber poco a poco el grueso del problema. Son sólidos y cuando se les presi

Elementos astrológicos para determinar tu tipo psicológico

El conflicto entre opuestos marca profundamente nuestra vida: la lucha entre riqueza y pobreza, libertad y esclavitud, pensar-sentir, rápido-lento, conservador-innovador, realidad-posibilidades, sueño-raciocinio, cabeza-corazón, masculino-femenino, grande-pequeño, frío-caliente, padre-madre, guapo-feo, bueno-malo, divertido-aburrido, o vivo-muerto, son solo algunos de los pares de opuestos que nos presenta la vida. Cuando vivimos un extremo solemos demonizar el otro. Llega un momento en que la sabiduría nos dice que no hay bueno o malo. El Buda lo pregonaba hace dos mil quinientos años: la clave es la vía media. Pero si cerramos la puerta a Sofía (la sabiduría), en su lugar vendrán enfermedades, pérdidas, aburrimiento u otras circunstancias de la vida que nos desplazarán hacia lo que hemos demonizado. El conflicto es esencial para el crecimiento psicológico. Según Jung, para nuestro crecimiento psicológico debemos en afrontar, dentro de nosotros, el conflicto entre dos opuesto

Arquetipos: dioses y símbolos astrológicos

Símbolos astrológicos y la forma humana de los arquetipos A medida que la idea de Zeus iba aposentándose en el Olimpo, dos diosas estaban sentadas junto a él: Temis, lo justo o la justicia divina y Diké, la justicia humana. En la simbología astrólogica, Diké a veces se asocia con el signo de Virgo. Según la Teogonía de Hesíodo, Diké era hija de Zeus y Temis, la segunda consorte de Zeus, y ambas representaban la justicia: Temis la divina y Diké la humana. Más tarde, en Roma, la justicia sería representada como mujer, con una balanza en la mano derecha y una espada en la izquierda. A partir del siglo XV se la empezaría a representar con los ojos vendados. Finalmente la diosa de la justicia ha quedado asociada al signo de Libra. Quizás los dioses griegos, tan populares y cuyas historias son motivo de estudio e inspiración, sean el primer intento de dar forma humana a los dioses como poderes superiores a los hombres. Los arquetipos son precisamente eso: poderes invisibles superiores a

Que es un arquetipo

La palabra arquetipo es griega: «arque» significa origen, principio o causa principal;  «tipo» significa algo que ha sido imprimido, moldeado o formado por un golpe brusco. Caprichosos y a veces fatalistas, los dioses de antaño son ahora arquetipos: sus leyes regían nuestro destino y su energía divina ponía a prueba nuestro temple. En realidad, los dioses y monstruos de la mitología y de las tradiciones religiosas son repeticiones y variaciones de unos pocos arquetipos. El mundo psíquico es inmenso y abarca mucho más que nuestro consciente. El psicólogo suizo Carl Gustav Jung (1875 - 1961) describió nuestra consciencia como una pequeña isla en medio del océano inconsciente. Quizás ése era el mundo real, y nuestro pequeño mundo consciente un sueño. Aunque hoy lo denominemos “plano astral”, para Jung ese vasto océano era el inconsciente colectivo. Como el término sonaba muy racional y neutro, en su autobiografía buscaría alternativas como “maná”, “dios”, "daemon", o simp